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No importa si no eres asidua del yoga, estas posturas te ayudarán a desconectarte por un rato, desestresarte y mejorar tu bienestar.
Con tantas horas trabajando (en la oficina o desde casa), nuestro cuerpo y mente resienten el pequeño colapso interno. Malas posturas, horas sentada, estrés y ansiedad mental conforman la fórmula perfecta del agotamiento o burn out. Por eso es mejor escuchar a tu cuerpo, darle un respiro y seguir con el día, ¡una pausa de restauración! Y para eso puedes acudir al lado más sencillo del yoga.
Las mejores y más fáciles posturas de yoga
No importa si no tienes una rutina concreta de yoga, eres nueva practicándolo o tienes poco tiempo (y ganas) de hacerlo. Solo enfócate en los beneficios de este respiro y úsalo como la pausa del día que tanto piden tu cuerpo y mente.
1. Postura del árbol (piernas y brazos)
Colócate de pie y siente cómo te enraizas con fuerza hacia el suelo. Luego balancéate ligeramente de una pierna a la otra, sintiendo cómo cambia el peso. Permanece así unos segundos y conecta tu balance.
Luego, eleva un pie y colócalo en posición de 4 sobre la ingle contraria; mantén firme la pierna que sostiene. Con los brazos: júntalos en forma de oración y pégalos al pecho mientras sigues parado en forma de 4; luego súbelos lentamente hasta que estén estirados hacia el cielo.
Mantén la posición por 5 respiraciones y cambia de lado. Repite la acción hasta 3 veces o las que requieras.
2. Postura de cobra (brazos, hombros y glúteos)
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Túmbate boca abajo con las piernas estiradas y los pies juntos. Luego coloca las manos a ambos lados del cuerpo y lentamente lleva tu cuerpo hacia atrás, coloca tus manos en línea recta con los hombros, con las palmas en el suelo y los dedos apuntando hacia adelante. Mantén la cara mirando hacia el frente.
Al inhalar, levanta ligeramente la cabeza y el pecho. Flexiona tus brazos ligeramente y coloca los hombros atrás de las orejas, manteniendo los codos pegados al cuerpo.
Mantén la posición de estiramiento por varias respiraciones, inhalando y exhalando profundamente.
Al inhalar, levanta ligeramente la cabeza y el pecho. Flexiona tus brazos ligeramente y coloca los hombros atrás de las orejas, manteniendo los codos pegados al cuerpo.
Mantén la posición de estiramiento por varias respiraciones, inhalando y exhalando profundamente.
3. Posición del niño
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¡Hazte bolita! Siéntate con las rodillas dobladas, flexiona el tronco hacia adelante hasta que la frente quede apoyada en el piso. Estira los brazos y colócalos a los lados de las piernas hasta toques tus pies con las manos y logres una forma de ‘bolita’. También puedes mantener los brazos estirados hacia el frente con las palmas de las manos sobre el piso.
Mantén la frente apoyada en el piso y haz varias respiraciones.
Vía: Vanidades